viernes, 26 de junio de 2015

Podemos ir a un lugar más tranquilo?

Con dos amigas programamos un viaje a Mendoza, en el auto de una de ellas.  Iríamos por tres o cuatro días, nada más.  El día fijado partimos felices, gritabamos como niñas cuando partió el auto muy temprano ese día.... La expectativa de ese viaje era demasiado: amigas del alma, solas, con dinero.... Teníamos a la vista conversación, confidencias, espectáculos,  comida, traguitos, compras!!!

Nos acercabamos al paso por la cordillera, y supimos que estaba cerrado por mal tiempo! Debíamos esperar algunas horas para que lo abrieran, o devolverse.  Una rápida conversación entre las tres y decidimos que hacer: nos quedábamos a esperar esas horas, obvio...

Estuvimos esperando aproximadamente cinco horas!!  Pero se nos hicieron cortas porque nos hicimos amigas de muchas personas, camioneros brasileños, argentinos, uruguayos, todos muy entretenidos,  amistosos y estupendos!!!  Una de mis amigas casi engancha con uno argentino!!

Habíamos vuelto al auto a descansar, cuando se acerca un tipo que estaba sólo en un auto delante de nosotros... Se puso a conversar conmigo y no se despegó más de mi lado, Adrián se llamaba...   Era muy agradable, divertido y seductor, como buen argentino que era.  Iba a Mendoza de vuelta de un viaje de negocios al que había venido a Chile.  Estaba encantado conmigo, yo me dejaba querer, obvio, quería que me fuera con él en su auto!  Me negué por supuesto, eso no estaba contemplado en las expectativas del viaje, era un viaje de amigas....

Se ofreció a llevarnos hasta el hotel que teníamos reservado en Mendoza, así es que lo seguimos todo el resto del camino.  Me pidió el número de teléfono, me dio su tarjeta y quedamos de hablarnos después.

Habían pasado algunos días después que volvimos de Mendoza cuando Adrián me llamó desde allá.  Que venía nuevamente a Chile y quería que nos viéramos.  Acepté, acordamos el día y hora y le di mis datos para que me fuera a buscar a mi casa.

El día acordado llegó puntualmente a buscarme, fuimos a cenar a BordeRío, a uno de los tantos restaurantes que hay en ese lugar.  La cena fue muy agradable, conversamos mucho, nos reímos, la comida rica... Recuerdo que en esa época yo fumaba y en los restaurantes se podía fumar, Adrián me ofreció un cigarro,  tomó el encendedor y prendió el suyo antes que el mío, horror!!!!  Qué feo pensé, sin embargo una vez que estuvo prendido me lo cambió por el que tenía yo sin encender..... Jajaja, cuanto sabe pensé, seducción al estilo argentino!!

Terminando la cena ya estaba un poquito más cariñoso y me hace la pregunta que nunca entendí en ese momento:  «Podemos ir a un lugar más tranquilo?» jajaja, juro por Dios que no entendí lo que había que entender, sino que en la ingenuidad más ridícula del mundo creí que él quería conversar en un lugar menos bullicioso.....  Claro, contesté yo, conozco un lugar adecuado, y nos fuimos, él feliz pensando que lo consiguió... Jajaja... Y le indiqué un Coffe Córner al que íbamos siempre con mis amigas, un agradable lugar muy tranquilo en donde uno podía tomarse un café durante horas, y además se podía fumar.... Jajaja!!!

Por supuesto que la conquista murió, la conversación decayó, y todo se pudrió, como diría un argentino....  Una hora después me llevo de vuelta a mi casa y nunca más supe de él..... Estaba claro su interés... Y estaba más claro aún que yo era una ridícula ingenua, pero que curiosamente esa misma ingenuidad me protegía de los depredadores, como Adrián..... :-)


3 comentarios:

  1. Hola, yo de nuevo...

    Leí el blog completo, y a pesar que lo tienes hace poco, se nota bastante interesante.

    Y si, tuviste razón, me encantó, así que quedo a la espera de un nuevo capítulo de tus andanzas, jajaja.

    Has ganado un nuevo lector :)

    Un saludo,

    Luis Felipe.

    ResponderBorrar
  2. Gracias Luis Felipe! Me alegro que te haya gustado y espero que me recomiende, Saludos!!

    ResponderBorrar

Te gustó la historia, tienes algún comentario?? Déjalo ahora! :-)